Bienvenidos

Presento este blog con gran ilusión. Y alegría. No sé si servirán para algo los apuntes que yo pueda escribir aquí cada cierto tiempo. Reflexiones, poemas, escorzos de vida, fe de lecturas, noticias de amigos... No pretende ser un desahogo, más bien un diálogo.


martes 1 de abril de 2008

Los demás

Con los demás me refiero a todos los demás. No a una cuarta parte, o al grupo de los que me caen simpáticos, o a mi familia en exclusiva. No, todos. Los demás son todos. Si me quedara sólo con los de mi religión, o con los de mi ideología (¡qué poco me gusta esta palabra!), o con la asociación de amigos de las nubes, o…, no sería lo mismo. Así cualquiera. Los demás también son los memos, y los sectarios, y los que leen novelas eróticas, y los que me desprecian (si hay alguno, que supongo que sí), y los gnósticos nacionalistas, y los ladrones de postín, y… Todos ellos son los demás. Mi prójimo. Y debo amarlos como a mi mismo. ¿No es mucho pedir? Desde luego la cosa se hace cuesta arriba. Cualquiera se hace cargo. Y más ahora, que cuando menos lo esperas te escupen a la cara y te salpican de bufidos. Comprendan que es duro practicar el silencio con los que vociferan borborigmos o fuman delante de tus narices, sin importarles nada lo que tú puedas pensar. Y luego está lo de perdonar al amargo cargante, o al artista iconoclasta que vomita en tu alma, o al político ayuno. Vale, bien, eso pase. Pero ¿y al fanático?, ¿y al terrorista (y al soplón del terrorista)?, ¿y al torturador de niños o de mujeres? Ellos también son los demás, desde luego. Pero tan cabrones que les aseguro que ganas me dan de desearles el más profundo infierno. ¿Son hombres o son demonios? ¿O son hombres poseídos por demonios? Y hasta ellos -¡cómo cuesta!- son los demás. ¿Y debo perdonarles? ¿Y rezar por ellos? Sí, exacto: rezar y perdonar. Para que luego digan. Ser cristiano es heroico. Por eso yo soy un mal ejemplo. El perdón exige caridad, y una intensa vida interior. Y un par de dídimos.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí que cuesta perdonar. Cuesta tanto que somos capaces de no vivir y de no ser felices antes de pedir perdón. Por cualquier bobada.
El que perdona es feliz.

Anónimo dijo...

Mira,estoy de acuerdo,ser cristiano es heroico,y no están de moda los héroes.

Anónimo dijo...

"Me parece que quedan sólo dos cristianos" me dijo un amigo hace poco.Ahora sé quienes son:Cristo y tú.

Anónimo dijo...

El mandamiento que nos dió el Señor,ése que llamábamos nuevo,de tanto repetirlo,de tanto oirlo lo hemos dejado sin significado,y es la esencia del cristiano.
Ya nos lo decía aquel santo poeta:"te examinarán de amor"

A.M.B.

Anónimo dijo...

No nos damos casi cuenta pero pasamos toda la vida rozándonos, aprendiendo a vivir juntos. El trabajo nos hace convivir, en el curro evolucionamos, aprendemos, desarrollamos lo que somos y hasta lo que no creíamos que fuéramos. Por eso cuando alguien a quien vemos todos los días falta; cuando muere alguien que te sonreía al cruzarse contigo en el desayuno, alguien con quien viajabas y te entendías porque ya estaba de vuelta de niveles, productividad y demás zarandajas, alguien que además era más joven que tú, te quedas herido y perplejo. De pronto has pasado a primera línea de fuego. Y haces como si nada, sigues dejándote pillar por las trampas cotidianas, pero ya no es igual, algo se ha movido dentro de todos nosotros. Yo quiero pensar, para eso me acuerdo de la sonrisa azul de Laura, que si no podemos elegir cómo vamos a morir sí estamos a tiempo de elegir cómo vivir. Aunque hagamos las mismas cosas.

Jose M.A.

Anónimo dijo...

Dígame qué tiene en contra de los que leemos literatura erótica,a ver,el santo,¿también le molestan los que leen comics?,¿y los que sólo leen el Marca?,todos al grupo de los demás,de los que hay que esforzarse por amar.
Se equivoca de cabo a rabo.
Dios no se esfuerza para amarme,a pesar de ser el mayor de los pecadores,la más fea de sus criaturas,me ama y me está esperando siempre,siempre,siempre,aunque le niegue y le rechace y le de la espalda.
Así es como hay que amar,no lo digo yo,lo dijo Él.Amar al prójimo como a mí mismo porque,como yo, es parte de Dios.

Anónimo dijo...

No te has enterado que no hay infierno y si me apuras ni cielo,una tontería malgastar esfuerzos con gente mala.¡por ahí se pudran!

Anónimo dijo...

Goethe escribió que el ser humano sólo necesitaba unos trozos de tierra para disfrutar sobre ella, y menos aún para descansar debajo. Categórico mensaje del Werther cuyo alcance no se considera hasta que el individuo en cuestión se libera de utopías o se acerca -según dijo el clásico- al arrabal de senectud.

Cualquier idealismo así como toda ambición individual o colectiva quedan, pues, subsumidos en la realidad de nuestra efímera existencia.

Anónimo dijo...

Quizás peque de optimista, pero me parece muy inteligente que los españoles comiencen a tomarse a broma tonterías como un concurso de cante(léase Eurovisión y el chiki-chiki). Eso hace prever que, por fin, se trata en serio lo que realmente importa.

Lo realmente importante es la vida.Tengo la sensación de que vivimos en una sociedad vulnerable cuando se trata del derecho a la vida y a la libertad de las personas(no hace falta dar ejemplos,coja un periódico,da igual el día). A esa sensación de indefensión debe responder el Estado poniendo en manos de la Justicia todos los medios adecuados para evitar que se cumpla el proverbio: "justicia tardía, justicia baldía".

Mejor pónganse a rezar.

Anónimo dijo...

Miércoles, 2 de abril(con minúscula,creo) de 2008.

Hace tres años que se fue,a la casa del Padre,como él decía.

Ayúdame,Johny,que cuesta,como dice Guille, amar y perdonar así,de esa manera,como nos enseñaste con tu vida.

Anónimo dijo...

No hay nada que me consuele más que saberme amado por Dios,yo,con todos mis pecados,uno tras otro,de aquí a la Luna ,ida y vuelta quinientas veces.
Y ,por más que busco,no encuentro a nadie peor que yo.

Antonio G.

Anónimo dijo...

El panorama es bastante triste mirando alrededor: (mal)vivir tras el dinero o un trabajo, creer que alguien necesita unos papeles para poder vivir en un lugar del planeta específico, recortar libertades a cualquiera que no comparta sus mitos, usar las últimas tecnologías para exterminar formas de existencia molestas para otros, el uso en general por parte de los necios de las herramientas que las mentes más brillantes ganan para el logos, pervirtiendo su esencia hasta el punto de boicotear a los próximos descubridores de otras herramientas que a su vez los necios usarán para su siguiente necedad. Los idiotas y los brutos ganan, los inteligentes tienen los días contados hasta que les partan la cara (si han tenido el valor de mostrarla, claro). Vamos para atrás, hacia un medievalismo tecnológico, peor si cabe que el anterior, en tanto que los detentores de la batuta de la Humanidad contarán con las mejores herramientas y las peores intenciones.

"La violencia es el último recurso del incompetente", decía Isaac Asimov en boca de su alter ego Salvor Hardin. Asimov sabía unas cuantas cosas sobre la mentalidad humana y su repercusión en la historia, desde luego. Si alguien aún no lo ha hecho, debería echarle una ojeada a la saga de "La Fundación", donde se explica con mucha claridad por qué seguramente nos vamos a ir todos al carajo en no demasiado tiempo.

Así que, por lo menos, tratad de ser felices, o algo, mientras seguimos confiando en que algún día alcanzaremos, por fin, la Humanidad.

Anónimo dijo...

Sobre todo un par de dídimos. Los cristianos vivimos demasiado apocados. Acomplejados ante la desvergüenza de todos los que rien de lo divino y de lo humano. Nos faltan huevos. Perdón: dídimos.

Ángel

Anónimo dijo...

POR VALIENTE Y POR BUEN ESCRITOR ESTA LECTORA LE MANDA UN BESO.
Adela.