Desde el coche exclamas: ¡mira!
Y se viste de flores la mirada.
Violetas, para más señas. Y esas otras
amarillas.
El cielo no siempre está arriba.
Como ahora.
Y se viste de flores la mirada.
Violetas, para más señas. Y esas otras
amarillas.
El cielo no siempre está arriba.
Como ahora.
6 comentarios:
Desde luego que manera de tan magnifica de hacer ver y sentir.
Gracias, Guillermo. Qué hermosura: me has hecho recordar a mi bella madrecita (+) recibiéndonos cuando volvíamos de vacaciones a la casa. Son pocas palabras, pero dicen tanto... Bendicionesa tí y a tu familia.
Lo malo no es que el cielo no esté,además,siempre arriba,que debería.Lo malo es que con demasiada frecuencia desaparece o peor aún,nos da la espalda.
¡Y si sólo fuera eso!.
A veces se encapricha contigo-vaya suerte-y te pone pruebas.
Y te dice:no te rompas,no estás solo,tu puedes.
Pero no es verdad,sigues solo y no hay flores, ni cielo.
Felicitaciones y agradecimientos.
Quedad con Dios.
Me gustó más,mucho más el de ayer.
Este poema me ha dejado desarmada. Algo tan delicado que me atrevo a escribirle para darle las gracias.
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